Me gustaría que antes de leer este relato leyeran el anterior (Aventura Do Brasil), para no volver a poner las descripciones físicas de nosotros y además lo disfrutaran.
Como dije al final de la primera historia que publique, yo (Francisco) y mi mejor amigo Benjamín, después de que tuvimos la mejor experiencia de todas en un hotel de Brasil; nos prometimos repetirlo en Chile, pero ambos estábamos un poco borrachos así que yo esperaba que no lo recordara. Luego de llegar de Brasil de nuestro viaje con nuestro curso, no lo volví a ver en todo el verano puesto que yo siempre lo hago al sur de chile y el se va para las playas al norte.
Yo había vuelto del sur antes que mis padres para juntarme con mis amigos en Santiago y como mis padres y hermanos se quedaron en el sur aprovechando hasta el último día el verano, decidí hacer una reunión en mi casa para reunirnos con mis compañeros en una situación más agradable que el colegio. Además que íbamos a comenzar nuestro ultimo año. Esa tarde le avisé a todos mis compañeros que tenía la casa sola y que en la noche nos juntáramos.
A eso de las 9 como era costumbre de Benjamín, llegó más temprano que todos a mi casa. Estaba más guapo que nunca. Se notaba que se había bronceado mucho durante el verano y que había estado haciendo ejercicios. Estuvimos conversando un rato sobre nuestras vacaciones mientras instalábamos el equipo de música y parecía que ambos habíamos continuado nuestras vidas normalmente. De hecho ambos habíamos tenido lo que se llama ??un amor de verano? con mujeres. Quiero recalcar que soy bisexual.
Al poco rato llegaron nuestros demás compañeros y pasamos un rato muy agradable hablando de nuestras vacaciones, bebiendo y bailando.
Como a las 4 de la mañana todos comenzaron a irse, diciendo que estaban cansados (algunos habían llegado ese mismo día de sus distintos lugares de veraneo), pero Benjamín me dijo que se quedaría a dormir.
Luego de que se fue la última persona, yo fui a apagar la música y comenzcé a ordenar, pero Benjamín vuelve a encender la radio y me dice que la fiesta aun no había terminado y se puso a bailar solo. Pensé que lo hacia para molestarme y volví a apagar la radio para comenzar a ordenar, pero la volvió a prender y siguió bailando y me invito a acompañarlo.
Finalmente accedí y nos pusimos a bailar Reggaeton solos en medio de mi sala. El baile se comenzó a poner mas caliente y el se sacó la camisa. Me dijo al oído, mientras me sacaba a mi la camisa: ??Es hora de cumplir la promesa que nos hicimos en Brasil?. Me dijo que recordaba claramente lo que había ocurrido en Brasil y que quería repetirlo. Seguimos bailando cariñosamente durante un rato hasta que él se me acerca, me abraza y me da un beso muy cariñoso. Yo se lo respondí y estuvimos besándonos un rato. Mientras seguíamos bailando yo me acerqué más y comencé a sobar mi pene sobre el suyo mientras le agarraba sus deliciosas nalgas que tanto había disfrutado ya una vez. El metió su mano en mi pantalón y comenzó a masajear mi pene.
Mientras la música seguía sonando me desabrochó el pantalón y me lo bajó. Me sonrió e inmediatamente yo hice lo mismo con él. Ambos quedamos en calzoncillos y se notó inmediatamente lo prendidos que estábamos ambos. Se acercó me bajó el calzoncillo, me agarró la verga y me dijo que lo recordaba todos los días y que lo quería nuevamente sólo para él. La tomó cariñosamente en sus manos y me comenzó a masturbar, pero luego de unos segundos se acerco más a mi verga y me la comenzó a mamar. Que delicia, mi mejor amigo la mamaba como los dioses, mientras se comía entera mi verga con sus dedos recorría mis bolas, luego seguía hacia atrás y recorría mi culo. Yo estaba excitadísimo y después de un rato me vine en su boca y recibió toda mi leche, se levantó y me dio un beso en el cual compartimos mi leche.
Cuando se levantó a pesar de que aun estaba con el calzoncillo puesto, se vio lo caliente que estaba, le bajé los calzoncillos y agarré con mis dos manos esa enorme verga, no recordaba que fuera tan grande. Mientras con mis manos se la masajeaba y comenzaba a masturbarlo comencé a besarlo entero, sus brazos, sus pectorales, sus tetillas, sus abdominales tan bien marcados y su culo exquisito, nuevamente seria mío.
Cuando iba a bajar para mamársela, me dijo que no quería eso, si no que quería mi culo. Se acostó boca arriba en el piso con esa verga apuntando hacia el cielo y me dijo que me sentara sobre ella. Yo le dije que mi culo se estaba cerradito ya que mi última cogida había sido con él en Brasil. Me dijo que eso no era problema que él abriría mi culito. Me dijo que le pusiera el culo en su cara y el inmediatamente comenzó a meterme su lengüita hasta el fondo. Podía sentir como me metía uno, luego dos y finalmente tres dedos en el ano.
Ya estando bien dilatado mi ano, me di vuelta, le di una chupada a su verga y me senté sobre ese miembro enorme que tanto quería dentro de mi culo. Quedé mirando a Benjamín y podía ver su cara de placer cada vez que yo metía un poco más su rica verga adentro en mi ano. Finalmente sentí sus bolas chocar con mis nalgas y ahí fue cuando la diversión comenzó.
Comencé a saltar sobre su verga y me la metía y sacaba de mi culo como una bestia. Era mejor aun que en Brasil. Estando en esa posición sentí que me venia y Benja me pidió que acabara sobre él. Aún con su verga dentro de mi culo y sin ni siquiera habérmela tocado, acabé; más leche que nunca en mi vida había salido y toda cayó sobre Benjamín, en sus pectorales, su pecho, un poco en su cara y él abrió su boca para recibir la mayor cantidad posible de ése néctar que le encantaba.
Quizás gracias a que yo me vine, Benjamín me comenzó a dar más duro por la excitación y acabó dentro de mi culo. Que rico se siente esa leche calentita dentro del culo. Me eché hacia delante y comencé a lamer toda mi leche que había derramado sobre Benjamín, le lamí sus pectorales que estaban bañados en semen. No quería perder nada y él me agarró y me obligó a darle un beso para compartirlo.
Nos abrazamos y besamos un rato, yo estaba exhausto, pero Benjamín me dijo que no habíamos terminado que él todavía quería tener mi verga dentro suyo. Yo le dije que encantado, luego de unos besos, jugueteos y agarrones, yo ya estaba listo para la acción. Mi verga de 20 cm. estaba lista para romper ese culo.
Puse a Benjamín en 4 patas, tome un cojín del sofá y se lo puse abajo para levantar mas su culo, esas nalgas duritas por el ejercicio estaban a mi disposición y le comencé a lamer su delicioso culo, mi lengua recorrió cada centímetro de su delicioso culo, luego le metí un dedo lentamente, sus gemidos iban en aumento y yo estaba a mil, luego le metí el segundo y el tercer dedo y su culo estuvo listo para la penetración.
Me arrodillé y le comencé a meter mi verga lentamente, Benjamín comenzó a gemir de dolor, pero yo no me detuve; seguí metiéndosela lentamente hasta que choqué con mis bolas en sus nalgas, sus gritos de dolor se convirtieron en gritos de placer y él comenzó un movimiento hacia delante y atrás al cual logré coordinarme rápidamente. Su culo estaba exquisito, se tragaba mi verga como nadie se la había tragado y luego de unos 5 minutos, Benjamín quien seguía en 4 patas se vino, derramando leche en todo el piso. Los gritos de placer y la presión que realiza el culo cuando uno se viene me puso a mil y rápidamente me vine dentro de Benjamín.
Me recosté sobre la espalda musculosa de Benjamín, Dios como me mataba su cuerpo, y el dio vuelta su cabeza para darme un beso. Estuvimos así un buen rato hasta que yo saqué mi verga de su culo. Inmediatamente mi leche comenzó a chorrear por su culo y cayó en el piso. Ahora el piso de mi sala tenía mi leche y la suya. No me importaba que después tuviera que limpiarla, había tenido a mi mejor amigo dentro de mi culo y él me había tenido dentro del suyo.
La música seguía sonando. Estuvimos abrazados un largo rato. Luego nos fuimos a acostar a mi cama. Dormimos desnudos juntos toda la noche. A la mañana siguiente antes de que se fuera hicimos desayuno juntos, todo esto desnudos, y le pregunté si quería ser mi novio. El me dijo que si. Y desde ese momento hemos disfrutado de las mejores experiencias de nuestras vidas.